La Ciencia está de Moda

En los periódicos y en la televisión, en la radio y en el cine, en el Internet y hasta en el autobús; la ciencia está de moda y no hay forma de evitar que todos se sientan algo científicos en algún momento del día. Una plaga ha tomado el lugar de la razón en el siglo XXI, ni aún la ciencia se salva de dicha pestilencia, esa enfermedad que se retuerce dentro de los estómagos del conocimiento, ese virus que se esparce más rápido que la gripe y que es tan peligroso como el cáncer, tan irremediable como el cáncer; es cáncer, es el cáncer de la colectividad, del grupo, cuando todos los que quieren sentirse parte de algo, se colocan en un pedestal a si mismos para más tarde creerse grandes y llenos de sabiduría. La ciencia está de moda ¿No siempre lo ha estado? Mas hoy es algo masivo, una situación que alarma a los individualistas, de ver como se hacen llamar estudiantes de ciencia todos aquellos que solo toman un libro en sus manos por contrato social. Un desperdicio total del conocimiento es lo que se avecina, aunque ya hoy es poco el que se queda en mentes que le dan un uso sublime, digno, sabio.
“El conocimiento no debe estancarse”; dicen los liberales, los sensacionalistas, los fingidores.
Yo digo: “El conocimiento no debe esparcirse [donde solo quedan clones]”.